jueves, 8 de enero de 2015

Campamento de Invierno 20 y 21 de Diciembre



El campamento de invierno tuvo lugar en la presa de Las Niñas, los días 20 y 21 de diciembre. Después, de leer la fecha y el lugar, todos estaréis pensando que nos tuvimos que congelar ahí arriba, pues sí, hizo bastante frío, pero también nos lo pasamos súper bien. La asistencia de rovers para este campamento fue de ocho, aunque inicialmente éramos seis: Bea, Ana, Mingo, Irene, Fabi y yo; Raquel. Más tarde se nos unió Naomi, y Nira como venía desde Madrid ese mismo día se incorporó al campamento el domingo para las ceremonias.

Como para todos los campamentos, quedamos temprano en el parque Don Benito y desde ahí salió todo el grupo en dos guaguas, ya que tenemos un montón de escultas este año. A mitad del trayecto paramos por San Mateo para tomar un poco el aire y hacer un par de juegos ya que nos quedaba todavía mucho camino para llegar a la presa. Una vez allí las unidades pequeñas se fueron a montar casetas y las mayores ayudamos con el material de grupo y a montar una carpa que luego usaríamos para comer y para el fuego de campamento. Todo esto lo hicimos rápido y a la primera, el verdadero reto llegó cuando tuvimos que montar nuestras propias casetas, concretamente dos -el circo; una especie de canadiense con los palos un poco doblados y una caseta que eran dos iglús en uno-. Y digo reto porque casi no conseguimos montarlas. Primero confundimos los palos del circo y luego el iglú, directamente no sabíamos que hacer con él, lo intentamos pero al final tuvimos que pedirle ayuda a Cous - Cous y a Akela. Después de la pelea con las casetas, cuando casi parecía que tenían forma vinieron dos señores a decirnos que en dónde estábamos montando no se podía acampar. Total, que fue toda una fiesta y acabamos montando nuestra parcela detrás de cocina y la carpa. Una cuando lleva desde lobatos en los scouts piensa que ya no tiene mucho más que aprender en los que se refiere a montaje y nudos, pero no, a medida que creces te van dando las casetas más difíciles.

Después deesto comimos todos juntos y como siempre cantamos antes de comer. Luego nos dejaron un poco de tiempo libre y finalmente empezó el juego de grupo. El tema de este campamento fue "juego de Tronos. Winter is coming" y por equipos nos dividimos en las casas de los siete reinos de Poniente. Los scouters parecían emocionados con este tema, supongo que yo hubiera tenido la misma reacción si se hubiera ambientado en Harry Potter, pero todavía no me he enganchado a Juego de Tronos, así que no sabía muy bien de lo que iba. Después de dividirnos en casas, es decir, en equipos en los que habían personas de todas las unidades empezamos con el primer juego que iba un poco sobre cultura general. El juego consistía en que un equipo tenía que representar con mímica el personaje, película o cosa que le había tocado y la casa que lo adivinara ganaba puntos para su equipo. A continuación jugamos a las burbujas que consiste en que cada equipo forman un circulo y tiene que intentar atrapar a otras personas de otras burbujas para que la suya propia se haga más grande. Un rato después de estar corriendo de un lado para otro vino un momento muy esperado por lobatos, castores y algún que otro rover: la merienda. Después de reponer fuerzas se le entregó a cada equipo unos papeles que contenían todo tipo de cosas que tenían que incluir en el fuego de campamento. Por ejemplo, mi equipo era lo Baratheon -increíble que me acuerde del nombre- y lo que teníamos que incluir en nuestra historia era: La Reina del Carnaval, la funda del mástil, el fantasma chocala, purpurina y pedos. Al final de la tarde por fin llegó Naomi, que subió en el coche con Jacala.


Nos abrigamos y seguidamente nos fuimos a cenar algo calentito que ya nos hacía falta porque las temperaturas empezaban a bajar. Después de lavar los platos, lavarnos los dientes y congelarnos las manos -porque el agua estaba congelada- tuvimos un poco de tiempo cada casa para ensayar el fuego de campamento. Más tarde comenzamos cantando el Anikuni e hicimos nuestras representaciones mientras que en los intermedios los scouters hacían un pequeño sketch. Luego, después de abrigarnos -si, nos abrigamos más- buscamos un sitio para hacer nuestro Consejo de Caballeros. Nos acompaño Akela ya que ni Chil ni Ikki pudieron subir al campamento. Concluimos la noche con ceremonias -no puedo decir más, son secretas- y con algunos de los rovers en el Tagoror que convocó la esculta. A la hora de irnos a dormir el cansancio nos pudo y fuimos cayendo uno a uno.

El domingo nos levantamos temprano para recoger el campamento. Con todo lo que nos había costado montar las casetas, recogerlas en cinco minutos pareció un chiste. También ayudamos a cargar las cosas de grupo en los coches para poder empezar las ceremonias cuanto antes. Sobre la media mañana ya estábamos buscando un sitio medianamente llano y amplio para poder hacer las ceremonias ya que son montones -creo que ya lo he mencionado anteriormente pero es que es tan guay poder decirlo-. Después del momento más esperado en un campamento en el que haces públicas tus progresiones personales, de emocionarnos con las ceremonias de los pequeños castores, cantar "La Flor Roja" junto con la manada y soltar alguna lagrimilla con nuevas promesas y renovaciones, llegó la hora de comer, recoger la últimas cosas e irnos. Bueno, los escultas se quedaron un día más en los Llanos de la Pez haciendo un pateo, pero al resto nos llegó la hora de volver a casa.




Buena caza y largas lunas.

Raquel.