Todo
comenzó quedando en el hoyo a las 15:10h, pero por diversos motivos (horarios
de la guagua y puntualidad de miembros del clan), no salimos de allí hasta las
15:30h. Después fuimos a echarle gasolina al Discalpamóvil (coche de Néstor) y
tomamos rumbo a Santa Brígida.
El trayecto transcurrió de todo menos tranquilo, no solo por la sonora música del coche (adoramos a Apócrifa), sino por las innumerables batallas de Lito y las apuestas entre él y Néstor, lo que resultó muy divertido además por las aportaciones cómicas de Sergio.
Una
vez allí, fuimos rapidito al local del Acanac para encontrarnos con el resto
del grupo de intervención asistente: Pablo (Acanac), Marina (Bentaya) y Lorena
(Bentaya). Luego partimos hacia el centro donde nos esperaba nuestro
queridísimo amigo Juan para hacer varias actividades.
En
el centro nos recibieron con miradas curiosas y amplias sonrisas. Dado que
muchos de nosotros éramos nuevos decidimos realizar un sencillo jueguito de
presentación: "Me llamo Nira y me gusta leer". A continuación,
preparamos todo el material que necesitaríamos para el primer taller y les explicamos
en qué consistía, que era hacer un jarrón con arcilla. Fuimos paso por paso
haciéndolo todos juntos y, finalmente, con y sin la ayuda de algunos de
nosotros, obtuvimos trabajos geniales: platos, ceniceros, jarrones, cuencos...
Quedaron preciosos, pero no pudimos pintarlos (como era nuestra intención)
porque no acabaron de secarse.
Seguidamente,
una vez fuimos al baño para lavarnos las manos, caras y brazos (acabamos un
pelín sucios); nos reunimos todos en un círculo para mover un poquito el esqueleto.
Allí hicimos las danzas de Dedo avanti y la de La sandía gorda, contando con la
participación de muchos de ellos para guiarlas (Olivia, Juan, Jorge...) una vez
explicadas.
Posteriormente,
merendamos zumo, galletas y chocolatinas por invitación de nuestros nuevos
amigos, para así reponer fuerzas.
Un
ratito después, hicimos nuestra última actividad: un mural. En este momento
tuvieron que marcharse Lorena y Marina, quienes recibieron unos calurosos
abrazos de despedida.
Este mural lo hicimos expresando lo que nos transmitía la música que estaba sonando, que variaba desde La Primavera de Vivaldi a música más animadilla. Con la ayuda de ceras, rotuladores, témperas, pinturas de dedos, pinceles y lápices de colores creamos auténticas obras de arte, donde se encontraban soles, corazones, castillos, la noche, casas, triángulos, tiendas de campaña, unas llamas... Por acuerdo común, decidimos que el mural debían quedárselo ellos para que así recordasen siempre este día cargado de diversión.
(La payasilla de la derecha es Olivia y el guapo de la derecha es Jorge. Si pueden, ¡traten de conocerles!)
La
tarde concluyó con numerosos abrazos y besos y con peticiones de una cercana
actividad, tanto por parte de las monitoras como por ellos mismos.
(Sergio y Sergio. Las salsas de la fiesta)
Fue
una hermosa experiencia y de la que, sin duda, el Clan Rover Perenquén se ha
enriquecido enormemente. Muchas gracias por este gran día.
Cada día sois más grandes!
ResponderEliminarUn beso enorme a todos desde Italia!
Rakshita
QUÑE GUAY!!!! ME HABRÍA ENCANTADO IR!!! SE NOTA QUE DISFRUTARON Y LES HICIERON DISFRUTAR!! FELICIDADES!!
ResponderEliminar¡Los pelitos de punta! Es un orgullo ver como "nuestros niños" son SCOUTS, como muestran su actitud de servicio intentando hacer este mundo un poquito mejor. SIEMPRE A MÁS :-)
ResponderEliminarEstoy muy contento por haber podido participar en este maravilloso proyecto.de intervención social, gracias Nira por invitarnos, y como ya te he dicho, buen trabajo, eres una crack.
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