Quedamos en el local a una hora bastante digna, pero inhumana para todos aquellos a los que no nos gusta madrugar. Tras un cafecito y un saludo de buenos días, cargamos el material en los coches de Chil y Óo, nos acomodamos en los asientos y pusimos rumbo a Tres Cruces (to' cuesta arriba).
Nada más llegar, elegimos habitaciones cual familia acabada de mudar, nos pusimos cómodos y preparamos las zonas de actividades. Empezamos con un concurso sobre la simbología de Clan, encabezado por dos guiris muy curiosos que se habían dedicado a sacar fotos a todo aquello que llamaba su atención en el local. Los árboles fuertes y robustos explicaban a las pequeñas semillas todo aquello que cabía destacar, y éstas, finalmente, anunciaban la respuesta definitiva. Tras acabar la primera parte, nos fuimos a comer porque ya se nos había abierto el apetito. Grande fue nuestra sorpresa al ver que a la mayoría se le había quedado el almuerzo en el local o se le había olvidado, así que como solución... bocadillos de chorizo de Teror y queso de Moya.
Pasado el tiempo libre, comenzamos con las actividades de por la tarde. La primera fue una dinámica que, en un principio, consistía en escribir cosas malas que nos dispondríamos a cambiar y las metíamos en una "lavadora" para purificar y limpiar, obteniendo como resultado todas las expectativas y las propuestas positivas para el clan de este año, las cuales tuvimos que colgar en un precioso tendedero.Después, realizamos la segunda parte del concurso en la que dejábamos claro el papel del Druida en el clan tras haber debatido sobre la relación personal entre los educandos y el rol de los scouters en las otras unidades.Luego, hicimos la guarrada de merendar galletas con nocilla y pringarnos por todos lados.Y, para activar un poco el cuerpo y bajar todas las calorías que habíamos ingerido, hicimos un jueguito de correr, en el que teníamos que remangarnos las sudaderas y mancharnos las manos, o dislocarnos el codo, como se le ocurrió hacer a Domingo, que posteriormente, estuvo saltando de centro de salud en hospital.
Acabado la evaluación, cogimos las mochilas y nos pusimos en camino al local, donde nos esperaba nuestra querida Diana. Al llegar ya la hora de comer, y mientras comíamos nuestro ansiado pollo con papas, estuvimos repartiendo los cargos.
Pues ya acabados de comer y de haber charlado un rato dimos por finalizado nuestro primer campamento de clan.
Pues ésto es todo por ahora...¡ Siempre a más!
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